
¿La proteína engorda? ¿Es solo para culturistas? ¿Puede dañar los riñones? Hoy vamos a romper mitos y dar claridad con una buena dosis de experiencia real.
Desde los años 90, las proteínas en polvo han sido protagonistas en los gimnasios… pero también en muchos rumores. La falta de información y la mala reputación de ciertos productos han generado mitos que hoy siguen vivos.
“Durante años creí que tomar proteína me iba a hacer engordar o que afectaría mis riñones.”
La buena noticia es que no hay nada que temer si eliges productos de calidad y los usas con sentido común.
De hecho, tomar proteína te ayuda a conservar masa muscular mientras pierdes grasa, y mejora la saciedad.
“Noté que no solo no engordaba, sino que me ayudaba a mantenerme seco y con más definición.”
Este mito se basa en estudios mal interpretados. Las dietas altas en proteína no afectan a personas sanas. Si tienes problemas renales previos, sí debes consultar a un médico.
“Lo más importante fue entender que todo depende del tipo de proteína y cómo la tomas.”
Zero Protein, por ejemplo, es baja en residuos, sin lactosa, sin gluten, y con digestión muy limpia.
La realidad: es muy difícil alcanzar tus necesidades proteicas solo con comida, especialmente si haces ejercicio.
Un batido de Zero Protein puede aportarte 26g en segundos, sin grasas ni azúcares.
Aun si no entrenas, puedes usar proteína en tu desayuno o merienda para cuidar tu masa muscular, evitar picos de hambre y mantener el metabolismo activo.
“Desde entonces, no he vuelto a dejarla. Me siento más fuerte, más ágil y sin ese miedo absurdo de antes.”
“Me siento más fuerte, más ágil y sin ese miedo absurdo de antes.”